Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2012

Silencio, Alejandra Costamagna

Escritores y obsesiones: siete peldaños Alejandra Costamagna PRIMERO: VELOCIDAD/ El escritor obsesivo es lento. Aunque lento no es exactamente la palabra. Al escritor obsesivo no le llegan ideas inspiradas con perfiles de perfección; no escribe de un plumazo. Son más bien ideas sueltas, sin forma, que aparecen de repente. Ideas que se le pegan. Que le hacen abrir y cerrar la libretita o buscar un papel con urgencia. Abrir y cerrar el computador. Sacarle y ponerle la tapa al lápiz. Y así van tomando forma los párrafos sueltos. Al final nunca está claro dónde partió la idea. Dónde empezó a escribir lo que después quedó y en una de ésas fue libro o apunte para una charla o para una publicación dedicada a temas de Literatura y Psicoanálisis, por ejemplo. SEGUNDO: DESVELO/ El escritor obsesivo es insomne. De esos insomnes que miran con cero romanticismo el insomnio. Lo malo del insomnio, piensa, es que no siempre es aprovechable. Y lo peor es que nunca se sabe cuándo