Soportablemente insignificante / Significativamente insoportable



"Creo que viajar no vale la pena si uno no lleva consigo su vida. Es algo que estoy confirmando a mis expensas durantes estos días melancólicos en París. Es paradójico, pero un viaje se soporta sólo si es insignificante, si no cuenta, si no deja huella. Uno viaja, se va al otro lado del mundo, pero deja su vida en casa, guardada y lista para recuperarla a la vuelta. Salvo que cuando uno está lejos se pregunta si por casualidad no habrá traído su vida consigo, sin querer, y allá no habrá quedado nada. Basta con la duda para crear un miedo atroz, insoportable, sobre todo porque es un miedo a nada, una melancolía."

César Aira, La costurera y el viento.
Pág. 27


Comentarios

Paula R.D ha dicho que…
En estos momentos pretendía terminar de una vez un informe sobre una novela de César Aira y pum, llego a esta entrada. ¿Sincronía?

Me encantó el párrafo. Después de andar tragando páginas y páginas de digresiones metaartísticas (sic) con un lenguaje elegante pero saturador, leo esto que has posteado y me cuesta creer que se trate de él. Había pensado que Aira sólo era académicamente citable.

Pero me surgió una duda: si uno se lleva consigo su vida en el viaje, entonces al regreso uno es como un souvenir con patas, ¿o no? ¿Y se regresa al final, en todo caso? A lo mejor la vida se va perdiendo a pedacitos por los distintos lugares donde pasamos. Entonces la idea sería viajar tanto que nos desintegremos en el camino. ¿O no?
Petrona ha dicho que…
No no no. Nada de desintegrarse. Llevar la vida consigo es ir compacto. Pero dispuesto a agarrarse un viento tan fuerte -como el de la Patagonia en la novela- que te desarticule todo y te vuelva a articular a su modo, al modo del viaje.
Las grandes experiencias casi siempre tienen que ver con el dolor.

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