Las cosas nuevas*

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Visión I: Todos los desharrapados de 1973 se han convertido en momios. Visión II: Todos los momios de 1973 se han convertido en la realeza. Visión III: El resto, naturalmente, ha desaparecido.

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Esperarte en el café es igual a esperar sobre las arenas del desierto. Ejemplo: no saber por dónde aparecerás tú o la luna. Leer o fumar para convencernos que los espejismos no nos preocupan. A veces creer oír tu voz que suaviza las palabras –nadie sabe hacerlo mejor- o entrever tu figura de cálida memoria. Alzar la vista y recorrer mesas y mesetas, una vez más, inútilmente.

Comprender que ya no vendrás fija mi pensamiento e imagino qué razones te detienen y te transformas en promesa que puede demorar días, años, para quedarme allí viendo cómo te sostienes en el tiempo infinito.

Cierto encanto circula entre el público que se renueva en el “Café Desierto” porque nadie más te aguarda pero sospechan acciones de misterio. Esperarte, sabiendo que no vendrás, es también hermoso como un acto de ilusión sin término. O quizás responda al final del inicio imposible y esta espera sea otro ensayo de adiós mientras el personal comienza a apagar las luces.


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“Noche, del latín nocte; éste del griego nyntos; y éste, a su vez, del sánscrito nakta. En alemán se dice nacht; en inglés, night; en italiano, notte; en portugués, noite; en francés, nuit; en catalán, nit; en walón, nute”. En Chile la noche es eterna.

(*) Las cosas nuevas, Ennio Moltedo.
     2011

Comentarios

Mar ha dicho que…
te sigo de cerca.. a veces no sé que escribirle a alguien que también escribe.. pero de verdad me gusta lo que leo en este rincón de la todo poderosa internet. :D Siento como si hablaras de mí y eso me hace sentir soberbia.. jája. Me agrada el suyo blog.

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