La náusea

Ya no sirve pensar en jabón cuando viene la náusea. Cuando viene no se puede detener; se ha fortalecido.

Un cuerpo con musculatura que se abre paso en la garganta, un dolor que sube, que sube, que nubla y ofende, cuando ha acabado.  Es triste pensar que la poca energía se va en una contracción. Una bocanada de vida por el alcantarillado. Es una ofensa. El cuerpo envuelto en sudor parece infantil porque es un sudor limpio y evaporable. La palidez en cambio, es anciana, intacta. Uno cree que todo el mundo debería servir para algo, pero la náusea viene y se burla. La muerte fija lo que debería crecer y la mirada  aguda en el piso se nubla. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Enmudezco. Se avecina un cuerpo. Una porción inútil, necesaria. La palabra está sola. Nada, dice. Dice. Tengo miedo de amar al silencio.

(adoré esta entrada..)
(ad/oré)

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